¿QUÉ NOMBRE LE PONGO A MI PROYECTO?
Al igual que en la imagen, se pueden elegir varios logos para un mismo nombre, para un elemento, surgen mil ideas para darle nombre.
Esto de buscar un nombre no sólo ocurre con el nacimiento de un niño, o cuando adoptas una mascota. También es una gran incógnita cuando gestas un nuevo proyecto. A nosotros nos encanta buscarle nombre a las cosas, es algo que nos ha gustado desde siempre, un nuevo proyecto, aunque tenga que ver con algo muy particular siempre puede adquirir un carácter nuevo cuando lo renombras. Llamar al proyecto de una guardería «Regatos» (como ríos pequeñitos que fluyen), a un Balneario «Caldario» o a una mesa «Stairs» nos ha acompañado siempre durante nuestra formación en diseño.
Diseñando espacios puedes encontrarte con edificaciones ya realizadas, con una historia que, ya de por sí, tengan un carácter tan marcado que no debas cambiar su esencia y, por tanto, su nombre perdura, habitualmente, aunque ciertos usos como puede ser algún servicio complementario sí que adquiera una denominación que diferencie lo nuevo.
Sin embargo, cuando el papel ha empezado en blanco para desarrollar una nueva idea que acabará en la producción de un producto, la cosa adquiere un cariz singular en este mundo global a la hora de ponerle nombre. ¿Cuál poner y cómo se interpretará por el público?, ¿qué significa en cada idioma más usado comercialmente?
Hace poco, nos ocurrió una anécdota divertida con esto buscando un nombre, la gracia vino al comparar dos lenguas nacionales como son el gallego y el valenciano, puesto que palabras que nosotros no vemos para nada ofensivas, pueden serlo, ya no al otro lado del charco, sino en la otra punta del país…
Gracias a esto le dimos una vuelta a la primera idea que se estaba gestando y alcanzamos un nombre estupendo para el primer producto mobiliario que estamos preparando, un nombre que tiene muchísimo que ver con nuestra historia y con lo que inspiró al propio elemento que lo lleva.
De todos modos, esto del nombre, hay de quien le gusta pensarlo al final del proceso, cuando ya todo está definido y se ha ido desarrollando la idea. A nosotros nos encanta que la idea vaya creciendo y tenga su propia identidad a medida que toma forma.
Algo se cuece en SLAB, estad atentos… pronto os enseñaremos de qué hablamos…
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